(26 may 2021) Mitologia de Francia. Ankou es una figura legendaria de la Mitología popular francesa. Es la encarnación de la muerte. No es la expiración en si misma, es su vasallo. Se ocupa de agarrar las almas de los fallecidos recientes en su viejo carruaje. Se cuenta que cuando un ser vivo oye el sonido del carruaje, es señal de que él es el próximo en morir. También se dice, que el que sale de noche y ve a Ankou no pasa el año en que fallezca.
Un folklorista y escribano bretón Anatole Le Braz describió así a Ankou:
El Ankou es el obrero de la muerte (oberour ar maro). El último fallecido del año en una parroquia cualquiera se convierte en el Ankou de esa parroquia durante el año siguiente. Si en un año determinado hay más defunciones de los habitual, se dice del Ankou.
-War ma fe herman zo eun Anko drouk- (“Cielo santo, este es un Ankou cruel”).
Muchos describen al Ankou como un hombre viejo y delgado, con cabello largo y blanco con un sombrero de fielto negro. Otros aseguran que tienen la forma de un esqueleto envuelto en un sudario, cuya cabeza gira constantemente sobre si misma en lo alto de la columna vertebral a fin de poder ojear de un solo vistazo toda la región que se le ha encomendado recorrer.
En uno y en otro caso el Ankou tiene en la mano una guadaña que difiere de las guadañas normales en que su hoja esta vuelta hacia fuera y no hacia adentro. De este modo el Ankou no la hace regresar cuando siega: contrariamente al uso de todos los segadores de heno y cosechadores de trigo, él la arroja hacia delante.
Anatole Le Braz, La Légende de la Mort.
Ankou parece figurado en algunos templos como de La Matyre, con la forma de un esqueleto armado con una flecha o una guadaña. Existen dos estatuas de él, de una madera policromada en la iglesia de Saint Milliau de Ploumilliau y otra en el Musée des Jacobins de Morlaix que datan del Siglo XVII.
Cuenta una leyenda, que en una noche de Navidad un artesano no pudo a compañar a su mujer e hijos a la iglesia, porque tenía mucho trabajo, se le presento un hombre flaco con un sombrero grande que le dijo que le reparara su hoz el artesano se lo reparó, el tipo ya le dijo(Ankou) que vaya a la cama porque ya le había dicho a su mujer que cuando regresara, que venga con el cura. El hombre murió.
Autor: Elsy Alonzo
Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.
Fuentes de información
- aminoapps.com
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